Manifiesto anti-bonitismo

Últimamente, con eso de que tengo más tiempo libre por estar en un periodo de transición de una etapa a otra, miro muchos blogs, y también procrastino en redes como Instagram o Pinterest, que son, digámoslo así, redes de la estética y lo visual. 

Después de tragarme muuuchos contenidos de este tipo, he creado mi propia conclusión acerca de una moda/tendencia/estilo de vida que se está extendiendo por Internet y que crece como la espuma y pronto lo va a devorar todo: el bonitismo.

Para definirlo, cojo las palabras de este artículo de Helena Vicente que he encontrado -de los pocos, al menos en español y del último año, que definen un poco qué es esto y que además coinciden conmigo en el punto de vista que me apetece expresar:

Para mí, los grandes representantes del bonitismo serían Pinterest, Instagram, Etsy, ciertos blogs de estilo de vida-creo que la tendencia empezó en América y luego se ha extendido- y, por ejemplo específicamente aquí en España, Mr.Wonderful y su buenrollismo.

Que no me meto con estas plataformas, OJO, que yo soy la primera que entro en ellas como atraída magnéticamente por un imán, y de repente me empiezo a sentir identificada con todo, quiero hacer de mi vida un oasis de bonitismo -que bastante feo está ya el mundo- y fotografiar cada escena perfecta que diseñe para ponerle luego un filtro retro y molar. 

Como dice Erika Irusta en un capítulo de su libro Cartas desde mi cuarto propio (2013), toda yo soy un "manojillo de contradicciones" (en realidad creo que todo el mundo lo es, somos humanos, no perfectos) y en esa contradicción constante me relaciono con el bonitismo. Me atrae pero después de un rato me harta, me empalaga como si me hubiera comido doce tartas de azúcar y hasta me produce rechazo y ARG!!

En realidad tengo mucha crítica hacia el bonitismo. Se ha extendido tanto que ahora es todo igual, todo copia, blogs sin personalidad, sin garra, sin originalidad. Dulzura y colores pastel. Decoración nórdica. Desayunos ecológicos perfectamente presentados sobre la mesa de madera del jardín. 

No sé. Que es muy guay todo pero a la vez PUAG, qué empalago!! La vida no es así para nada. Nos levantamos con legañas en los ojos y las sábanas marcadas en la cara. Todos vamos al baño (ejem). Comemos potajes de lentejas al estilo abuela. Vamos por casa con camisetas de propaganda. Decimos tacos y nos cagamos en nuestros problemas. Nos acostamos sin desmaquillar. Tenemos los cajones hechos un desastre. Usamos bolis y libretas de propaganda. Por la ventana de nuestra casa se ve un descampado y naves de polígono. Desayunamos un café corriendo y cuando nos apetece picar algo vamos a la nevera a por un cacho de fuet.

Me explico, verdad?

Ayer miraba mi blog y pensaba "PUAG. He caído. Mi blog destila bonitismo -o lo intenta- por todos sus píxels. Los colores, la tipografía, las imágenes, el contenido... Enseguida se notan mis fuentes de inspiración. Pero joder (joder!) yo no soy esto. Al menos no únicamente esto. Que veo Mujeres y Hombres y Viceversa cuando me aburro!! Mi vida no es la perfección nórdica y dulce y handmade, para nada.

Por eso necesitaba escribir mi manifiesto anti-bonitismo. Y alejarme de esta estética y buscar cosas incluso feas que me recuerden que soy humana, imperfecta y por ello auténtica y original. Y diferente de todas las chicas que compran productos Mr.Wonderful aunque tenga la habitación llena de sus cosas. Nunca me ha gustado ser parte de ninguna "masa" porque la masa limita. 

Gracias a este artículo por acompañarme un poco en mi cruzada.