Cómo nos podemos tomar el nuevo año/fin del anterior. 8 puntos no convencionales.

31 de diciembre y yo, como buena parte del resto de la Humanidad, me pongo a hacer balance. Parece que es lo que toca, no? Bueno, a mí hacer lo que toca porque sí me chirría bastante, así que supongo que si lo estoy haciendo es porque quiero, porque quiero aprovechar la convención social para hacer la reflexión que propicia. 

Últimamente tengo activado el modo crítico frente a las convenciones o modas sociales y me está dando por cuestionarlas bastante porque muchas veces compruebo que hacen daño. Que pretenden meternos a las personas, en toda nuestra complejidad, en el mismo molde rígido hecho para todos. Y para caber ahí dentro tenemos que amputarnos alguna parte de nosotros, retorcernos, aplastarnos y hacer el pino puente sin manos. Eeeeeh, aquí algo falla y no pueden ser millones de personas siendo ellas mismas… No será el molde??

Por eso no puedo ni quiero hacer el típico paripé de fin de año con su lista de objetivos, sus propósitos de año nuevo, su optimismo irracional en que 2015 va a ser EL AÑO. 

No lo siento así, es una fórmula que no vale para mí. Por eso me he creado mi propia fórmula. Cómo quiero tomarme el fin/comienzo de año, a mi manera (como defendí en este post sobre las Navidades), de una manera que A MÍ me llene, sin moldes, donde pueda moverme libre, siendo yo y tan a gustito. 

Cómo nos podemos tomar el nuevo año

1. Deseando paz y serenidad interiores para vivir el nuevo año. Internet está plagado de frases positivas (que me van a salir ya por las orejas…) como “Este va a ser EL AÑO”, “2015 será aún mejor que 2014”, etc. Los que han tenido un mal año quizá tienen puestas todas sus esperanzas en 2015 porque es difícil que vaya a peor y con mucha seguridad irá mejor, pero para los que hemos tenido un buen año sólo pedimos "virgencita, que me quede como estoy". Realmente no sabemos lo que va a pasar y es más realista y útil querer paz y serenidad interiores para llevar los momentos malos que puedan venir (que no es poco) y también los buenos. Para mí desear paz y serenidad es más importante que desear felicidad porque es lo que nos permitirá llevar momentos de todo tipo, siempre hay días malos o que salen torcidos, cosas que no controlamos...


2. No poniéndonos objetivos. Tengo que confesar que la palabra OBJETIVOS (tiene muchos adeptos…) nunca me ha gustado. Me suena muy agresivo, a empresa donde los empleados tienen que cumplir X objetivos (ej. ventas) en su jornada y levantarse corriendo a tocar la campanita cada vez que consiguen uno, creándose una competitividad insana entre compañeros, nada de compañerismo, estrés, mal ambiente. Me parece mejor “deseos”, o simplemente “cosas que me gustaría hacer”, pero seré feliz en el camino sin ellas. Personalmente me echa para atrás la ambición (por ser más, tener más…). Simplemente quiero una vida sencilla y libre. 

3. Haciendo una lista de logros. Ésta la veo más importante que la de objetivos. Importante para cerrar etapas con buen sabor de boca, estar agradecida, constatar que HAS PODIDO, ver que has vencido situaciones difíciles y que eres más fuerte de lo que crees, ganar autoconfianza, agradecerle al año que se va lo que es suyo.


4. Haciendo una lista de aprendizajes. Si engullimos experiencias sin masticarlas y las olvidamos sin digerirlas e integrarlas no nos sirven para nada. Si queremos que el año nos haya servido, una lista de aprendizajes y lecciones extraídos nos hace hacernos conscientes y aprender de verdad.

5. No obligándonos a cerrar/empezar etapa. Puede que no sintamos que es final de etapa, puede que nuestra actual etapa vital esté marcada por otra cosa que no el fin de año que la sociedad nos impone, está bien así. Para mí, un fin de etapa marcado fue acabar los estudios. Sí podemos aprovechar la convención social si nos apetece y hacer balance/mirar al futuro/proponernos empezar cosas. Un balance aligera para seguir caminando y nos da perspectiva.


6. Celebrando las personas. En la fiesta de fin de año, yo celebro tener a la gente a la que quiero, que estén aquí celebrando conmigo, que sigan en mi vida. Y agradezco que estemos bien de salud.


7. Deseo – Acción. Es normal desear salud para todos pero me gustaría acompañarlo de acciones cotidianas encaminadas a eso, desear por sí solo sin hacer nada no tiene efectos. Podemos desear un mundo mejor, pero para ello haremos cosas. 


8. Querer una vida más llena de cosas que nos gusten, con las que disfrutemos, que nos llenen, que nos pongan en flow (flujo, estar haciendo algo que te gusta y te absorbe tanto que te olvidas hasta de ir a mear), que nos hagan sentir bien o realizadas. Y esto es lo que os deseo para el año que comienza! :) 


Si os gusta mi fórmula, es toda vuestra.

Gracias por estar al otro lado leyendo, aportando y acompañando. 

Que tengáis una noche especial y divertida!

♥