ESAS REVISTAS FEMENINAS

Imagen: Erick Davila

Primero fueron Superpop y Bravo, claro, esas revistas para preadolescentes de los noventa. Arrancaba los posters de Leonardo Dicaprio y Nick Carter y los pegaba en las paredes de mi habitación y me enamoraba un poquito más de ellos cada día y de sus caras aniñadas y sus melenitas claras. Me hacía todos los tests y me los creía, me proponía seguir a pies juntillas los consejos de belleza para ser Avril Lavigne y confiaba en que el amuleto de mi signo del zodiaco que me habían regalado con la revista me hiciera conseguir al guapo de la pandi. Tierna, ignorante y dolorosa preadolescencia. Sí, dolorosa. ¡Cómo no iba a serlo con esas exigencias! Molar en los 90 era un trabajo duro.

Luego una crece y cambia de referentes y de inquietudes. Entonces lo que le preocupa es parecerse a Irina Shayk, estar fabulosa siempre hasta recién levantada un lunes a las 7, conocer los pubs más cool de la ciudad, practicar posturas raras con su chico (bueno... eso ya lo aprendimos con Bravo y Vale) y convertirse en una ejecutiva agresiva y sexy a la que nada se le pone por delante y consigue todos sus objetivos en la vida pisando fuerte con sus Louboutin...

O eso piensan que nos preocupa Glamour, Cosmopolitan y derivadas. O eso nos empieza a preocupar tras leer unas cuantas de estas publicaciones. ¿Qué fue antes, Glamour o mi obsesión con mi celulitis incipiente a mis 24?

Empiezas a darte cuenta de que con la paga de tus padres (en el caso de muchas estudiantes) no te llega para comprarte todos esos potingues/lencería fina/perfumes. Para vivir como en las revistas tienes que llevar un estilo de vida de famosa. O al menos ser de clase alta. Y ahora ¿qué hacéis tú y tu clase media para molar?

¿No se puede estar bonita y molar siendo normal?

Pues claro que sí, tonta. Se puede ser una chica monísima, estilosa y encantadora. A veces basta con darte una buena ducha, secarte el pelo y hacerte una trenza. Y además ser inteligente, despierta, crítica y con valores. Lo que pasa es que ese referente no está en estas revistas. 

Yo lo he podido encontrar en publicaciones como Integral (mensual, en papel en los kioscos), Proyecto Kahlo o Gansos Salvajes. También en muchos blogs que leo, de chicas reales, auténticas, sanas y bonitas y estilosas como las que más. 

Gracias chicas por escribir con sensatez, dedos de frente e inteligencia, por ser el mejor referente.

PD: Hemos de reconocerles a las revistas femeninas tradicionales su parte de responsabilidad en adelantos en la forma de vivirse la mujer. Por desgracia, a veces lees sus artículos y vuelven para atrás como los cangrejos...