ÉSTE ERA UN POST NECESARIO II

Si te perdiste la primera parte de esta post y te apetece leerla para entender mejor este, aquí la tienes.

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¿Y quién soy yo para hablaros de lifestyle consciente? ¿por qué sé algunas cosas –y sigo aprendiendo- sobre este tema? ¿cómo me dio por interesarme en él y por abrirme un blog sobre esto? ¿No debería haberme abierto un blog sobre Lengua castellana que “es lo mío”?

Fue decisiva en mi descubrimiento y adopción de este estilo de vida, mi época universitaria.

8 años en los que se me juntaron varias circunstancias:

• Estudios que no me gustaban (de esto hablaré otro día)
• La ciudad no me gustaba.
• Vivía sola y no me cuidaba demasiado (vida sedentaria, no me alimentaba del todo bien -esos días en los que acabas con un sandwich delante del ordenador...-)
• Viví con alguna gente con la que no estaba a gusto (Sofía la arpía, va por ti! jaja)
• Mi carácter ansioso y estresable de por sí.
• Exceso de esfuerzo intelectual -porque yo cuando me pongo me enfrasco peligrosamente-.

Consecuencia: época de altibajos emocionales, ansiedad y bajones gordos. Mi cuerpo hizo crack varias veces. Mi cerebro se quedó seco (sí, como el del Quijote), mi cuerpo y sus sustancias químicas estuvieron bajo mínimos algunas épocas. Perdí mi alegría y mi entusiasmo característicos. Nada grave pero en su momento lo pasé mal. Por desgracia sé que a muchos jóvenes les pasa o les ha pasado y sí, yo culpo a la sociedad actual, su prisa, sus exigencias y presiones, etc. (debería hacer un post sobre esto también, que da para largo!).

Estos bajones físicos-mentales-emocionales me hicieron ser más consciente del estilo de vida que llevaba y la importancia de llevar uno saludable y consciente para mi bienestar. Me di cuenta de que había miles de cosas que tenía que cambiar.

Aprendí muchísimo sobre lo que he llamado lifestyle consciente.

• Aquí hablo sobre la importancia de escuchar a nuestro cuerpo.
• Aquí sobre el necesario equilibrio de energías.
• Aquí sobre los enormes beneficios de alimentarse bien.
• Aquí sobre mis inicios en la cosmética eco.
• Aquí sobre la insana infoxicación a la que vivimos expuestos.
• Aquí sobre lo genial que es conocerse, conocer cómo funciona tu cuerpo.
• Aquí sobre un modo de vida más relajado y disfrutón.
• O aquí sobre cómo llevar la filosofía slow al ritual de la comida.

Principalmente fue gracias a mi madre. Mi madre es licenciada en medicina con convencimiento profundo del poder de la medicina integrativa u holística, esa que tiene en cuenta no sólo el cuerpo y el curar enfermedades cuando ya han aparecido, sino que entiende la salud y el bienestar humanos como algo global (cuerpo-mente-espíritu) y que hace hincapié en el estilo de vida y en la prevención. Se declara naturista y ecologista y en casa siempre hemos vivido muy de cerca este estilo de vida. 

A todo esto que de adolescente no quieres ver porque estás en modo pasota metida sólo en tu mundo, acabas volviendo. Yo volví al principio por la fuerza, pero me quedé en él por convencimiento profundo, porque encajó totalmente conmigo, porque me hizo feliz. Me ayudó a pasar y superar las malas épocas y a reconectar con lo verdaderamente importante. 

Al final, todo se resume en llevar una vida que nos haga felices, en seguir a nuestra intuición, en darnos lo que necesitamos en dosis grandes, en ponernos bonita la vida, en redescubrir el placer de lo sencillo y de las cosas pequeñas, en brillar sin pisotear a otros y aportar cosas buenas al mundo. 

He aprendido y sigo aprendiendo sobre este estilo de vida consciente y ésta es la experiencia que llevo a mis espaldas para hablaros de estas cosillas en el blog. 

Gracias por llegar hasta aquí y por estar al otro lado.

Abrazo gordote!

Clara.