lunes, 10 de noviembre de 2014

Por qué somos 4 mujeres diferentes



Psssst ¿te cuento un secreto? Todas las mujeres somos, en realidad, 4 mujeres diferentes. Van alternándose entre ellas, dándose paso unas a otras a lo largo del ciclo menstrual, sí, ese que nos han contado que tiene que durar 28 días exactos -lo cual, por otra parte, es una mentira muy gorda que hace daño porque si no funcionamos como se dice en los manuales (la gran mayoría escritos por hombres) nos preocupamos y nos creemos defectuosas.

Reconozco que yo, hace unos años, no lo sabía. Antes de leer muchísimo sobre el tema, de informarme, de ver documentales y de hacer algún curso. No lo sabía, pero sí lo intuía. Intuía que yo no era la misma siempre, que había épocas que estaba así y épocas que estaba asá, que algunos días me apetecía dulce y otros salado, unos días mimos y otros independencia, unos días fiesta y otros soledad y lectura. 

Lo intuía pero sin saber ponerle palabras y sin conocer la base científica del tema. Porque sí, es cierto que las mujeres no siempre estamos igual y eso es debido al funcionamiento del organismo, del sistema hormonal, que fluctúa durante el ciclo menstrual. No es intuición, no es invención: es ciencia.

El ciclo se divide en 4 fases: preovulatoria, ovulatoria, premenstrual y menstrual, y cada una de ellas se caracteriza por un nivel diferente de diferentes hormonas en nuestro cuerpo. Las principales, estrógenos y progesterona. 

Se han identificado patrones similares de cambios físicos, mentales y emocionales en las diferentes fases en todas las mujeres, aunque por supuesto cada una de nosotras somos absolutamente únicas y vivimos cada fase de manera híperpersonal. Pero sí que existen estudios que han recopilado una serie de características de cada fase en la que la mayoría de mujeres coincidimos.

Por ejemplo:

  • En la fase preovulatoria somos independientes, muy intelectuales y algo "adolescentes".
  • En la fase ovulatoria somos muy sociales, aumenta nuestro deseo de relaciones y nuestro deseo sexual.
  • En la fase premenstrual nos hacemos muy conscientes de todo aquello que nos duele, somos muy sensibles y nos revientan las injusticias, por lo que nos ponemos guerreras. Solemos tener mucho apetito y nos apetece la comida basura.
  • En la fase menstrual somos zen, contemplativas, miramos las cosas con distancia y dejamos que todo fluya. 

La imagen de arriba ilustra muy bien estos patrones de cada fase.

Todo esto es un resumen muuuuy resumen, existen libros, blogs y estudios que profundizan muchísimo más en esto. A medida que vas leyendo e investigando más, comienzas a entender muchas cosas de ti y de repente todo te encaja, y sabes qué necesitas en cada momento, cómo estar mejor, qué darte, qué quitarte, cómo entenderte.

De verdad, conocer esto es una revolución profunda. Una revolución hacia el centro de ti misma y una revolución colectiva de todas las mujeres, porque desde esta teoría científica podemos desmentir muchos prejuicios acerca de las mujeres, como por ejemplo que antes de tener la regla estamos insoportables. No queridos, lo que ocurre es que antes de tener la regla nuestros niveles hormonales nos hacen súper receptivas a las injusticias que ocurren a nuestro alrededor y además nos impulsan a hacerlas visibles y a decir lo que no nos gusta, a no callar. Nos quejamos porque estamos hartas de callarnos lo que nos duele.

Y para acabar os dejo con el clip divertidísimo y cargado de energía y de razón de Violencia Rivas, cantando sobre la menstruación:

Me ves enojada y pensás que estoy con el mes,
escuchás que te grito y pensás que estoy con el mes,
¿Por qué no pensás
que estoy así por lo que vos hacés?

Si me pone nerviosa alguna situación
no le eches la culpa a mi menstruación,
no la uses de excusa ni te justifiques:
la razón de mis nervios es tu pelotudez!!


4 comentarios :

  1. He leído un montón en el último año sobre esto, ha sido una auténtica revelación para mi y me he dado cuenta de lo mucho que yo misma me he anulado porque bueno, lo aprendí así. Pero al final soy yo misma la que ha hecho lo posible por pasar desapercibida (lo haya conseguido o no es otra cosa), con la intención avergonzada que nadie se diera cuenta...

    Se que no soy la única, solo hay que ver los anuncios de compresas y tampones. Creemos ser revolucionarias porque nos pasamos estas cosas por encima de la mesa o porque hacemos bromas, pero en realidad es lo único que nos hemos permitido el lujo de hacer.

    Tenemos asumido que el dolor es algo que forma parte de ser mujer y tener la regla y sin embargo en oriente es menos común (es occidente curiosamente el que tiene el dolor menstrual como parte de "la experiencia"). Pero no tiene porqué ser así. Son los hábitos que tenemos y el intentar encajar en una sociedad que está marcada por la linealidad, el estar siempre al 100% cuando nosotras somos cíclicas. Lo digo por experiencia personal, porque llevo dos años sin tomarme ni un solo neobrufen (y yo era de uno el primer día de ciclo de cada mes o moría...), primero lo cambié por magnesio y después he cambiado mis hábitos, he incluido yoga específico para estos momentos y los días después para recuperar y nunca más he tenido dolor.

    Partiendo de esta división de mujeres que te puedes tomar más o menos a rajatabla, tengo mucha curiosidad ahora mismo de preguntarte Clara, si tú has hecho cambios en tu vida a raíz de esta revelación. Me explico, yo pretendo en algún momento en el futuro conseguir organizar mi vida y mi agenda entorno a esta idea. Por ejemplo, aprovechar la fase más social de la ovulación o utilizar mejor la fase menstrual para dejar salir mi creatividad e introspección. ¿Qué haces tú?

    Gracias de verdad por hablar de este tema. Yo también quiero escribir algunas ideas que tengo sobre todo lo que he ido recogiendo y experimentando. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ame! Te recomiendo mucho muchísimo que, si no lo haces ya, sigas a Erika de El Camino Rubí (www.elcaminorubi.com) que es toda una experta en esto y de quien yo he aprendido todo todo todo lo que ahora sé y de lo que hablo en este artículo. Hice un curso con ella que me cambió la vida, puede sonar a flipi o a exagerada pero qué va, es la verdad, te cambia la forma de relacionarte contigo misma (y con el mundo) totalmente.

      Yo llevo como 2 años viviéndome de otra forma. Me doy mi tiempo, mi espacio, respeto mis ritmos. Si un día no estoy para post sesudos, pues no los escribo y punto. Si una noche estoy premenstrual e hipercreativa, me despierto y creo lo que sea que me pide el cuerpo crear en ese momento. Si no me apetece socializar, cancelo la cita. Básicamente escucho a mi cuerpo, que se me había olvidado que estaba ahí y que se dejaba sentir. Tanto intelecto no es bueno! Cuando te paras a escuchar al cuerpo, te das cuenta de que es sabio, de que te habla para que te cuides.

      Me he perdonado por ser cambiante y volátil. En el fondo sabía que no era nada malo pero la sociedad nos lo reprocha y nos llama hipersensibles, exageradas o inestables. En realidad he entendido muchas cosas de cómo está organizada esta sociedad, y nunca es teniéndonos en cuenta a las mujeres y a nuestra naturaleza cíclica.

      Un abrazo!

      Eliminar
    2. ¡Grandioso descubrimiento!

      Muchísimas gracias Clara por ponérmelo delante... voy a explorar y a seguirla de cerca :-)

      Un abrazo!

      Eliminar
  2. Ah! También agendo en cíclico con mi diagrama lunar. Ayuda mucho a la hora de "colocar" las citas, compromisos, etc. en los mejores momentos para ti. Y a conocer cómo funcionas :)

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...