domingo, 16 de noviembre de 2014

6 claves para empezar a correr: ejercicio físico a medida

I'm trying to get back into the running routine. Two runs a week. I can do it!


Soy una de las personas con más alergia al deporte que conozco. 

Entre que nunca se me ha dado bien y que soy una vaga de manual, echando cuentas hace unos días me di cuenta de que llevaba 9 años sin mover el culo en serio. Desde que dejé el baloncesto en el insti.  9 años de vida sedentaria. Todos mis años de bachiller, carrera y master metiéndole caña de la buena al cerebro pero sin equilibrar energías moviendo el cuerpo. 


Todo el estrés estudiantil y existencial de esa época ahí dentro, sin darle salida de ningún tipo. Porque el estrés nos prepara para una respuesta física, nos hace liberar hormonas que debemos utilizar en el movimiento y, si no lo hacemos, se nos acumulan por dentro y podemos enfermar.


Y a nivel físico, con la vida sedentaria el cuerpo se nos pone flojo, los músculos fofos, las articulaciones rígidas, los movimientos pesados y la capacidad pulmonar bajo mínimos. Correr para alcanzar el bus es una experiencia cercana a la muerte ;)


¿Os suena?


Quería explicar mi "historial deportivo" antes de entrar a fondo en el artículo, para partir de la premisa de que yo no soy una persona deportista y nunca lo seré. Más bien todo lo contrario.



Hola, soy Clara y llevo 1 mes saliendo a caminar-correr por el campo.

Y os voy a contar todo lo que he aprendido durante este tiempo como principiante total y por qué he conseguido no abandonar tras el primer día (y lo pensé, por supuesto!)


1. Escoger un deporte que vaya conmigo. Mis favoritos son Pilates y la danza, pero quería algo que me hiciera ejercitar el corazón y liberar una gran cantidad de energía. Me encanta pasar tiempo a solas y la naturaleza, así que mi elegido fue correr por los caminos. Tengo la suerte de vivir en un pueblo y tener campo cerca de casa, así que en 3 minutos me planto en los caminos, empiezo a escuchar el viento y los pájaros y a ver corrales con gallinas y caballos. Además no es un deporte de gimnasio, el cual odio. 


2. Convertirlo en una decisión. No tiene horario fijo, por lo que no tengo que cumplir con nadie. Me lo adapto a la hora que mejor me venga (ahora en invierno son las horas de más sol) y siento que no es una obligación sino una decisión (muy importante esto, a mí me va muy bien sentirme libre de obligaciones). 


3. Adaptarlo a mis posibilidades físicas. Estoy realmente oxidada, por eso no he empezado corriendo directamente -lo probé un día y casi muero- sino con los famosos "cacos": CAminar + COrrer. Empecé saliendo 30 minutos en total de los que corría 5 y alternos. Para algunos será de risa pero a mí os juro que me cuesta. He podido subir un poquito pero no tengo prisa, mi único reto es no abandonar. Si lo haces sencillo, repetirás. Si es una tortura, abandonarás.


4. Aprender a escuchar a mi cuerpo. Los primeros días durante las tandas de correr se pasa mal, notas todas las partes de tu cuerpo que te molestan: la rigidez de cuello y hombros, la respiración forzada, el flato... Aprendes que tu cuerpo te habla, es increíble y te da un montón de información valiosa en su lenguaje de sensaciones, para que puedas ajustar tu exigencia y no dañarte.



zahara2
Zahara, por Noemí Elías Bascuñana.

5. La recompensa es la sensación posterior. A mí me da mogollón de pereza salir, mucho más si hace frío. Son dos cosas las que me hacen persistir: la rabia que me daría abandonar cuando ya llevo varios días saliendo y la recompensa que obtengo. Lo más inmediato es notar el sol en la cara, disfrutar de un rato para ti misma y de la naturaleza, pero a la vez estás haciendo un esfuerzo y cuesta. Pero la hora de volver a casa, estirar un poco, el momento ducha y cómo te quedas de relajada y liberada, tanto física como mentalmente, después y durante todo el día, es mi recompensa favorita. De verdad, hay que vivirla para conocerla, yo antes de empezar no me hacía a la idea de lo BIEN que te sientes después a todos los niveles. La propia sensación de bienestar y relax unida a lo orgullosa que te sientes por haber sido disciplinada y estar superándote es la droga que me hace seguir saliendo cada día.


6. Tienes que motivarte. Sabía que era muy sano, vale, pero no había hecho ese click! en mi interior que me hiciera realmente ponerme las mallas, las zapatillas y salir. Recuerdo que dediqué toda una tarde a leer sobre el tema, busqué "correr para novatos" en Google, me informé sobre la frecuencia cardíaca máxima a la que podía llegar, miré tipos de entrenamientos suaves para principiantes, leí artículos de runners avanzados sobre las ventajas de correr y cómo habían empezado, etc. Progresivamente, me iba motivando más, con cada artículo que leía. Os pongo aquí algunos de los que más me gustaron:



Y sobre todo, TODOS los de Zahara. Hace poco se ha abierto un blog en Foxlife sobre Running, donde lleva escritos 3 artículos, muy buenos todos. 


Otras dos cosas que me motivan a salir son: Usar Endomondo para registrar mis prácticas y ver kilómetros, tiempos, ritmos y calorías quemadas y llevar buena música en los cascos.

Y ahora vosotros: ¿Os ha picado el gusanillo?¿Hacéis ejercicio habitualmente? ¿Cómo empezasteis? ¿Cuáles son vuestros trucos para no abandonar? ¿Estáis tan echos polvo como yo? ;)
Abajo en los comentarios!

2 comentarios :

  1. Gracias por las pautas y recomendaciones, En cuanto pase esta crisis de vértigos me voy a correr por el paseo de la playa, si o si!
    Un besazo
    Salima.
    dar amïna

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    Respuestas
    1. Jo, correr con el mar al lado sí que tiene que renovarte y recargarte!!!
      Mejórate pronto y espero que puedas cumplir tu propósito :)

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